Tú en mi,yo en ti.Mi sangre derramada la salvación vuestra. Mi sangre derramada, mi extremo sacrificio por amor a vosotros.
Hijos míos, hijitos, solo aquel que me ama, quien deja ventanas y puertas abiertas para recibir en su casa a este amigo que por vosotros DA LA VIDA.
Hijitos míos, ¿Quién me ama?
¿Me ama quien dice si maestro, y en su corazón deja puertas y ventanas cerradas a la luz de mi presencia?
¿Me ama quien dice si maestro y en su casa deja rincones oscuros, pues solo me permite ingresar al umbral de la puerta?
Me ama aquel que en su casa me recibe solo en el lugar de la casa donde recibe las visitas?.
Pues hijos, hijitos,
Un hombre que ama ofrece,
Un hombre que ama aquel que sin retaceos abre puertas y ventanas de su casa para permitir a este amigo iluminar cada rincón, cada espacio,cada hueco, para que en la casa no haya espacios sin luz, más solo la luz permite al dueño de casa VER TODO AQUELLO QUE EN OSCURIDAD O A MEDIA LUZ NO VE.
Pues hijitos, aquel que en su casa permanece a media luz cree tener la casa limpia, sin manchas, más cuando abre a pleno puertas y ventanas VE QUE AQUELLO QUE PARECÍA
LIMPIO TIENE MANCHAS,entonces allí el dueño de la casa ha de trabajar, pues toda casa ha de estar limpia y en orden para cuando este amigo llegue, ofrezca en su albergue la frescura y calidez que el viajero necesita para hospedarse cómodo en vuestras casas.
Pronto os visitaré a cada uno de vosotros.
YO SOY JESÚS EL CRISTO, UN HUMILDE SERVIDOS VUESTRO Y ETERNO AMIGO
domingo, 2 de mayo de 2010
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